lunes, 26 de octubre de 2009

sobre el ser

LO EXISTENTE POR SER TAL,


NO PUEDE SER SINO COMO ES.



¿Qué es el Ser? Esta pregunta no puede contestarse porque no tiene definición. El solo hecho de definir al Ser implica reducirlo, y no existe un elemento más extenso que el Ser.
Tenemos la experiencia de ser, de estar aquí.
Podemos intentar saber quién existe, que no sea una ilusión, es; Yo existo, yo soy, las cosas existen son, Dios existe; y yo y las cosas existimos y consistimos en Él, o bien, yo existo y las cosas no son más que representaciones de mi mismo, no son en si mismas sino que son en mi.
En cuanto al consistir, si existe consiste. No podemos saber quién consiste hasta que no sepamos si existe.
Cuando sepamos quién existió primero, podríamos decir que todo lo demás existe en ese ser y por lo tanto todo lo demás es su representación. Supone una distinción entre el Ser que es y el Ser que no es, el Ser auténtico y el Ser inauténtico. Si a ese Ser le cambiamos algo, automaticamente deja de ser quien era. (negativo o positivo ) al ser auténtico no podemos reducirlo o extenderlo, (es en si mismo
).
Sí tenemos que preparar una formula química; (sí no ponemos la cantidad adecuada para obtener el elemento deseado) obtendremos otro elemento distinto del que habiamos estado buscando originalmente. ya que ese elemento tiene unas medidas especificas y si la variamos deja de ser.
God bless you

1 comentario:

  1. Hamlet: ¡Ser, o no ser, es la pregunta!—¿Qué debe
    más dignamente optar el alma noble
    entre sufrir de la fortuna impía
    el porfiador rigor, o rebelarse
    contra un mar de desdichas, y afrontándolo
    desaparecer con ellas?
    Morir, dormir, no despertar más nunca,
    poder decir todo acabó; en un sueño
    sepultar para siempre los dolores
    del corazón, los mil y mil quebrantos
    que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara
    concluir así! Morir... quedar dormidos...
    Dormir... tal vez soñar!—¡Ay! allí hay algo
    que detiene al mejor. Cuando del mundo
    no percibamos ni un rumor, ¡qué sueños
    vendrán en ese sueño de la muerte!
    Eso es, eso es lo que hace el infortunio
    planta de larga vida. ¿Quién querría
    sufrir del tiempo el implacable azote,
    del fuerte la injusticia, del soberbio
    el áspero desdén, las amarguras
    del amor despreciado, las demoras
    de la ley, del empleado la insolencia,
    la hostilidad que los mezquinos juran
    al mérito pacífico, pudiendo
    de tanto mal librarse él mismo, alzando
    una punta de acero? ¿quién querría
    seguir cargando en la cansada vida
    su fardo abrumador?... Pero hay espanto
    ¡allá del otro lado de la tumba!
    La muerte, aquel país que todavía
    está por descubrirse,
    país de cuya lóbrega frontera
    ningún viajero regresó, perturba
    la voluntad, y a todos nos decide
    a soportar los males que sabemos
    más bien que ir a buscar lo que ignoramos.
    Así, ¡oh conciencia!, de nosotros todos
    haces unos cobardes, y la ardiente
    resolución original decae
    al pálido mirar del pensamiento.
    Así también enérgicas empresas,
    de trascendencia inmensa, a esa mirada
    torcieron rumbo, y sin acción murieron
    bajado de internet
    juceta.blogspot.com

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